lunes, 11 de octubre de 2004

No por Derrida

A vueltas con la muerte, siempre; así la vida es, en sí se entiende parte, acaso todo, de nuevo a golpes van... estas palabras. Y hace días que te quiero escribir y no es posible y esta tarde, imprevisto de nuevo, escucho un texto que tal vez ya esté en la rotativa con alguna corrección de circunstancias, sólo para cumplir con ese límite de espacio de la prensa. Ese texto donde hablas de Derrida, pero también de ti, que el escribir implica desvelarse. Ha pasado la tarde y queda la metáfora: deconstruir. Ningún libro completo he leído del filósofo, sólo fragmentos e interpretaciones ajenas, tan parco viene nuestro tiempo que leemos en la lectura de los otros. Dijo Derrida: "todo lo hecho adquirirá relieve una vez muerto", así será para mí cuando empiece a leerlo "de verdad".

La metáfora de la ropa interior, de la misma metáfora, la desnudez, la vida sin ornato, o tal vez un gin tónic en el aire de humo, en horas prolongadas de la noche, robadas a los sueños.

A vueltas con palabras, siempre, sin apenas decir, sólo intentando proximidad, tal vez silencio en paz, si la palabra "paz" no fuera tan manida, donde el afecto no sea una palabra.

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